Soberbia en el fútbol

Hoy me gustaría hablar del caso de Francia y Argentina, dos selecciones con igual comienzo y distinto final. Sus dos peculiares entrenadores tienen la culpa de ello. Maradona es un genio, para lo bueno y para lo malo. Domenech es un tipo muy raro que mantiene su puesto por llegar a la final del mundial de Alemania. Ambos entrenadores comenzaron el año sin ideas claras, poco fútbol y recibiendo criticas de todo el mundo. Tan mal empezaron que se clasificaron al mundial en el último partido y con goles dudosos.

De cara al mundial las cosas estaban muy claras; o cedían los entrenadores o se estrellaban. Domenech decidió no dar a torcer el brazo y, realizando una convocatoria muy rara, siguió con su esquema de juego. La soberbia llega a límite insospechados cuando se junta con la fama.

Maradona, en cambio, hace algo distinto. Sin reconocer que se había equivocado hasta ahora, ha decidido cambiar el modelo de juego argentino. Ha liberado a Messi para que juegue como en el Barcelona. Por tanto ha planteado un esquema de 4-4-1 ....y Messi. De este modo Leo se encuentra cómodo en el campo y no tiene un marcaje férreo por algún defensa contrario.

Además hay otro jugador que me parece imprescindible. Ya que el ataque albiceleste es de otro mundo, Argentina necesita un jugador como Mascherano para dar algo de equilibrio a un conjunto tan descompensado.

Por otro lado, contra Corea, Maradona volvió a rectificar sus ideas quitando del centro del campo al veterano Verón y dando entrada al apache Tévez. Cuando tienes dinamita no la guardes en el banquillo. Aprovecho el momento para revindicar la titularidad de un crack como el Kun Agüero. Los minuto que jugó contra los coreanos demostró que su entendimiento con Messi puede provocar las delicias del fútbol.

¿el resultado de las dos actitudes?...Francia a casa y Argentina en octavos. La clave es tan sencilla como saber rectificar tus errores y escuchar a los demás. Bien es cierto que Maradona todavía no ha reconocido sus clamorosos fallos, pero al menos los ha corregido. En el fútbol, como en la vida...hay reconocer y asumir los errores.