
Si nos vamos 10 años atrás, lo que ocurre hoy en día con la selección sería inexplicable. Todavía no somos muy conscientes, pero somos los campeones del mundo, y por tanto somos el rival a batir. Esperemos que haber entrado en el club de la estrellita de campeones nos haga tirar para arriba y seguir cosechando éxitos. Hay que seguir con la humildad con la que fuimos campeones y no pensar que somos imbatibles. Vicente del Bosque es un entrenador perfecto para que no se nos suba a la cabeza y su principal labor está en manejar anímicamente a la campeona del mundo.
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